24 agosto 2008

Venezuela: Una exégesis filosófica de las posibles chispas emancipatorias: ¿Qué es el quo vadis de nuestro PSUV?

Una hipótesis argumentada por primera vez por Parménides (540-470 A.C.) de Elea (actualmente Italia), quien como sabemos tuvo una profunda influencia en la filosofía idealista platónica, y por lo tanto en el Cristianismo, ha provocado a lo largo del último milenio una barrera intelectual y temporal cancerosa en los dominios de los verdaderos esfuerzos emancipatorios creativos. Como en el caso del falso, anti-árabe y anti-africano y racista engaño del 'descubrimiento de América' por Cristóbal Colón la consecuente 'verdad absoluta' lógico-formal se ha convertido en la piedra angular de la progresiva dominación política, se ha vuelto en el más grande engaño ideológico y sistémico de todos los tiempos: Nada viene de la nada, en latín: ex nihilo nihil fit.
Por Franz J. T. Lee
En otras palabras, sólo los grandes dioses lo han creado todo, incluso a sí mismos, del nihil, de la Nada, de la Nadeidad. En consecuencia, no podemos ni debemos entrar al nihil, es el sanctasanctórum; a nivel global los arcángeles de la acumulación de capital nos vigilan, nos guían a través de los verdes prados del esfuerzo, del trabajo laborioso. Los santos oligarcas se aseguran que no hagamos travesuras con la creación divina. Como se explica en las Santas Escrituras los creadores del universo están complacidos con su construcción a partir de la Nada, y eso es lo que realmente importa en la alienación capitalista.

En resumen, En Venezuela, En Bolivia, en América Latina, el imperialismo cultural aun nos enseña que no hay escape del proceso universal del trabajo, de la historia explotadora de la clase dominante, de la ira de Jehová, del capitalismo, de la alienación humana. Mejor deberíamos rendirnos y renunciar a la lucha de clase; como lo predicó Jesucristo, siempre habrá pobres entre nosotros. Como lo desean los racistas globales, siempre habrán blancos superiores y negros inferiores, trabajadores pobres y capitalistas ricos, en esencia, siempre habrán amos y esclavos.

A lo largo de los últimos milenios esta es la esencia de toda la educación colonial en el Sur.

También en Venezuela y en todas partes muchos de nosotros caemos víctimas de estos trucos e ilusiones ideológicas capitalistas, inocentemente las confundimos con verdaderos actos revolucionarios y emancipatorios. Así, según la ideología y el reformismo corporativo, el sistema universal cerrado, el orden mundial sólo puede ser cambiado desde adentro, por medio de la evolución y la revolución; alternativamente, lo cual viene a ser lo mismo, el status quo sólo puede mejorarse por medio de interminables oraciones, perdones (por todos los holocaustos mentales y corporales perpetrados por la clase dominante, que ya han devorado cientos de millones de preciosas vidas a lo largo de milenios), genuflexiones, pactos diabólicos secretos a través de relaciones de clase, pactos anti-proletarios entre caballeros, cortes de la verdad, consensos de clase y alianzas traicioneras. Semejantes recetas reformistas también incluyen: fe eterna, esperanza, amor y caridad; cualquier otra cosa, por ejemplo, creación proletaria, transvolución o exvolución, es equivalente a lo que se conoce como el mal, la tiranía, la dictadura y el terrorismo internacional.

Estos nuevos conceptos que expresan el espíritu emancipatorio de nuestra época apocalíptica ni siquiera aparecen en el horizonte del idioma político y filosófico contemporáneo, el ámbito académico y la vida emancipatoria global. Por otro lado, nuestro término global y político favorito es 'ideología', su consigna es la formación ideológica y su práctica es organizar talleres de ideología.

Todo esto es burgués, es obsoleto, no sirve para luchar contra la globalización corporativa, no es nuevo, no es innovador; sus vicios capitalistas se remontan a Francis Bacon y Destutt de Tracy. Marx y Engels ya criticaron "La Ideología Alemana" antes de las revoluciones de 1848 en Europa, y más tarde formularon el "Manifiesto Comunista" para una exégesis humana que nos saque de este valle de lágrimas, hacia la "emancipación humana" (Marx). Obviamente el propio marxismo tiene que globalizarse urgentemente, actualizarse. Esto es precisamente lo que estamos haciendo aquí.
En Venezuela, en la época de la globalización, del fascismo global, necesitamos una praxis y una teoría mucho más poderosa que una revolución burguesa, necesitamos lo verdaderamente nuevo, un nuevo hombre (y una nueva mujer) como el mundo jamás ha conocido: necesitamos urgentemente una "exvolución"; un éxodo de la esclavitud capitalista. Esta es una formidable tarea global, no es un esfuerzo individual o familiar.

Ella necesita de una Cuarta o Ultima Internacional verdaderamente funcional en lo práxico-teórico.

Sin embargo, para proseguir con esta gigantesca tarea transhistórica, necesitaremos una exégesis creativa y creadora, , es decir, un manifiesto emancipatorio "ex-sistémico" o guía hacia afuera, hacia algo que nunca haya pasado antes, que nunca haya existido antes. Como el filósofo marxista de la esperanza Ernst Bloch nos recordó, al mismo grado que nos acercamos a la creación y creatividad emancipatoria (natura naturans y natura naturata) la misma creatividad se nos acercará, se volverá verdaderamente humana, creativa.

Así es, camaradas, la emancipación es una tremenda tarea que dura toda una vida.

Esto nos recuerda a Marx quien declaró: no sólo el pensamiento debe aproximarse a la realidad objetiva, la misma realidad debe aproximarse al pensamiento. De hecho, esta es la praxis y teoría oscilante, dialéctica. Por lo tanto, nuestro despegue desde la revolución bolivariana hacia el socialismo sólo puede ser la praxis científica y la teoría filosófica y no la ideología osificada y repetitiva, la práctica consumista automatizada.
Además, para marchar hacia adelante hagámonos algunas preguntas categóricas y esclarecientes, que iluminarán el eslabón más débil de la cadena de ilusiones revolucionarias. Algunos de nosotros alimentamos la falacia reformista, la creencia lógico-formal, que el cambio social sólo puede venir desde adentro de la globalización capitalista, del capitalismo con rostro humano y humanista.

Bueno, sigan soñando, ¡ser ignorante es una bendición!

Es una locura estudiar la verdadera historia moderna de la clase dominante.

Sin ofender a nadie en particular, ¿realmente somos aun tan ilusos, ciegos … realmente aun nos sentamos en torres de marfil, en la total oscuridad, a pesar del socialismo científico y filosófico … realmente somos tan analfabetos político-económicamente, debido al Dios Sol, al Zodíaco, a Jehová, Apolo, debido a Jesucristo, luego de docenas de milenios de explotación 'cultural y civilizada' de la naturaleza y el trabajo humano?
¿Será posible que por medio de la educación y la información el Hermano Mayor ya nos haya transformado a muchos de nosotros en personas 'alfa' controladas, formadas, informadas y uniformadas mentalmente, en chips con cara humana, una interfaz humana?

Debido a que aceptamos a nuestros amos dueños de trabajadores asalariados, votamos por ellos, especialmente en los países metropolitanos, estamos siendo gobernados por semi-dioses, mitad-máquina, hombres-dioses y dioses-hombre.

Actualmente, nos acosan, torturan y masacran en Afganistán, Colombia, Irak, Bolivia, Nepal, Zimbabue, Palestina, Georgia y Osetia, y la mayor parte del mundo permanece callada, reacciona indiferentemente. El capitalismo mundial se enfrenta a una crisis, de hecho, según las últimas noticias, estamos al borde de una posible devastadora guerra nuclear en Eurasia, ¿y qué sabemos del fascismo orwelliano, de los arsenales de armas de destrucción masiva, ya probadas en Irak y otras partes, que están siendo producidas para generar gigantescas ganancias y para aniquilarnos a nosotros, las obsoletas fuerzas de trabajo físicas, por millones?
¿Qué salió mal con la revolución mundial, con nuestra propia, bella y pacífica revolución? ¿Qué salió mal con nuestros revolucionarios? ¿Realmente estamos todavía en el camino, tenemos una vanguardia, un partido socialista, y cuál es su quo vadis? ¿De verdad nos importa el futuro? ¿Tenemos una revolución de un solo hombre?
Para tomar el mando del timón revolucionario con mano firme una vez más, ¿realmente olvidamos todo lo concerniente a la lucha de clase? ¿Nos olvidamos de Francisco de Miranda, Thomas Paine, la revolución norteamericana y la francesa, la libertad burguesa, la igualdad capitalista y la fraternidad colonial, la guillotina, Marat, Danton, Robespierre, María Antonieta, Luis XVI … el 'reino del terror'? Esa fue y todavía es la revolución. A finales del siglo XVIII estaba incompleta, ahora está globalizándose, como Marx y Engels lo predijeron en 1848, en forma de fascismo mundial, se está completando en su totalidad. Este es nuestro problema actual a escala mundial.

Sin una reflexión teórica sobre lo arriba expuesto de una forma global, con conciencia de clase y proletaria, no podemos desarrollar seriamente una praxis y teoría revolucionaria en Venezuela, y mucho menos sin preparación embarcarnos en la realización de la emancipación humana en el siglo 21. Actualmente, en un verdadero partido socialista, guiados por el marxismo revolucionario, tenemos que liberarnos de los colmillos ideológicos y los dolores prácticos del opio superestructural y la estricnina ideológica. De lo contrario, es triste decirlo, como muchas otras revoluciones la propia base popular masiva de nuestro partido revolucionario se desvanecerá en el olvido. Por lo tanto, las pocas chispas de emancipación humana contra el fascismo global también morirán gradualmente.

La pregunta del 'billón de bolívares fuertes': ¿políticamente, como muchos críticos de nuestro socialismo bolivariano nos tratan hacer creer: en definitiva algo anda mal en algún sitio en Venezuela? ¿Tenemos una crisis?

¡No hay nada malo en Venezuela!

Al contrario, existe una crisis político-económica en la Casa Blanca, más bien ella debe tratar de salvar sus próximas elecciones fraudulentas y antidemocráticas, o arriesgarse a una toma militar fascista interna oculta o externamente tendrá que simular una guerra nuclear.

En Venezuela no se trata de una cuestión ética de la clase dominante, ni siquiera es un asunto dual lógico-formal de lo 'correcto o incorrecto', desde hace siglos es un asunto dialéctico de vida o muerte. También en América Latina se trata de una titánica guerra de clases mundial contra la despiadada destrucción y muerte capitalista; actualmente en Venezuela y Bolivia se está dando una inexorable lucha de clases continental, que no es ni pacífica ni bonita. Como Marx y Engels lo señalaron en su 'Manifiesto Comunista', la lucha de clases global ha perdurado ya desde hace siglos.

Lo repetimos: la lucha de clase no está obsoleta, al contrario, nunca ha estado tan actual, nunca ha sido tan indispensable como hoy. Argumentos como la eterna letanía que no están dadas las condiciones para el socialismo, podemos refutar preguntando:

¿por qué las condiciones para la explotación siempre están maduras?

¿Por qué nunca están dadas para el socialismo?

¿A qué temen más concreta e inmediatamente los eternos amantes del capitalismo?

¿Por qué tiemblan los oligarcas en sus ensangrentadas botas militares cuando ven a Chávez o a Evo en Venezuela y en Bolivia?

¿Qué pasó en el 2002-2003 en Venezuela? ¿Lucha de clases o el jueguito de policías y ladrones con la Policía Metropolitana de Caracas y los francotiradores de los escuadrones de la muerte?

¿Estamos "avanzando" hacia atrás hacia el último milenio, hacia 1998?

¿Bajo el liderazgo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) las masas trabajadoras alzadas (del 2002 y mucho más atrás) lograrán una conciencia de clase revolucionaria más alta, más creatividad emancipatoria, más poder popular socialista?

¿En el drama emancipatorio latinoamericano no son las clases trabajadoras los principales actores y herederos de la revolución social, de la lucha de clases, de la emancipación humana? ¿Cómo trabajadores venezolanos no somos parte integral del proletariado global en su marcha histórica hacia la emancipación contra el colonialismo y el imperialismo?

¿Debemos hallar primero al sujeto revolucionario y luego hacer la revolución?
En la última década Venezuela ha avanzado hasta ser el país más politizado del mundo, pero esto no es lo mismo que adquirir una permanente conciencia de clase proletaria. Independientemente de todo esto, en latencia y tendencia la lucha de clase continuará en Venezuela. En la misma medida en que el gobierno democráticamente electo del Presidente Chávez incorpore las más profundas aspiraciones proletarias, tendrá un masivo apoyo de la clase trabajadora. Si cualquier futuro gobierno venezolano desarrolla un estado democrático-burgués capitalista con intereses de clase anti-proletarios que defender, bueno, entonces algo realmente estará "mal" con Venezuela. Ya ocurrió entre el 11 y el 13 de abril de 2002. ¡Nunca debería ocurrir de nuevo!

Continuemos con nuestras esclarecedoras preguntas.

Dentro del contexto del actual pillaje fascista de los recursos estratégicos y energéticos globales y del complejo industrial-militar norteamericano tratando de saquear a Venezuela hasta quedar satisfechos, ¿quién puede darse el lujo de elegir, es decir, en la política internacional, quién puede escoger entre el diablo y el profundo mar azul? De hecho, realmente es una elección entre dos extremos dialécticos, entre la barbarie corporativa orwelliana y la anticipación creativa humana.

En Venezuela tenemos que decidir entre el capitalismo y el socialismo.

¿Nuestra revolución está preñada con el socialismo científico-filosófico o no lo está? En la naturaleza no existe la preñez parcial, a la mitad o cincuenta-cincuenta. No importa si tratamos de cristianizarla, la lógica formal nos enseña que la revolución o es socialista o no lo es, es decir, que es capitalista y burguesa. No deberíamos de tratar de engañarnos a nosotros mismos. Si algo es bueno hasta que se prueba lo saborearemos en muy corto tiempo, a finales de noviembre de 2008, cuando el estallido reaccionario definitivo contra la democracia venezolana sea lanzado una vez más, esta vez desde adentro y desde afuera. Como ya lo ha subrayado varias veces el Presidente Hugo Chávez Frías: el pueblo, las masas trabajadoras, son sabios. En las últimas elecciones, el 2 de diciembre de 2007, perdimos más de 3 millones de votos. ¿Por qué? La respuesta la sabremos a finales de este año.
Ahora, para ubicar a la revolución bolivariana dentro del enfoque científico y filosófico, veamos a futuro la historia contemporánea, la revolución y la emancipación. Como Bertolt Brecht lo explicó con precisión, los pocos seres humanos que luchan (y lucharon) por la emancipación viva y creativa todas sus vidas, ya han verificado científicamente que pertenecen a los héroes realmente indispensables, optimistas y militantes de la humanidad, especialmente de los billones de siervos y esclavos asalariados desarmados de la Tierra.

En las últimas décadas, para aquellos camaradas en Venezuela que todavía pueden sentir y pensar la realidad, entender lo que es la negación dialéctica del capitalismo, está bastante claro lo que hay que hacer. No tenemos problemas con la inspiración, aspiración y anticipación práxico-teórica. Muchos de los jóvenes venezolanos, no consumidos por las necesidades y deseos capitalistas artificiales, se están atreviendo a realizar la larga marcha, tomarse en descanso, romper con los cánticos de guerra normales, fuera de los lugares comunes ordinarios. Algunos se abren paso por el salvaje y capitalista quid pro quo.

El Presidente Chávez encabeza esta vanguardia juvenil, que todavía conserva el espíritu revolucionario del 13 de abril, de los más profundos deseos anti-capitalistas de los verdaderos sueños diurnos de las masas trabajadoras. De la misma forma, en América, África, Asia y en todas partes podemos alcanzar las estrellas, per aspera ad astra. Podemos ir por lo extraordinario, lo desconocido, lo verdaderamente nuevo, en resumen, por una excursión anticipatoria, un éxodo emancipador.

En este momento los rusos también le dicen No al imperialismo euro-yankee, pero no es el No de la Revolución de Octubre. Ellos dicen hasta Georgia y ni un milímetro más, sin embargo, este No es intra-capitalista, no es una negación, no es una negación dialéctica anti-capitalista.

Nuestra revolución bolivariana urgentemente necesita una conciencia de clase trabajadora dialéctica, una Negación categórica del capitalismo y el imperialismo, para elevarse a un plano anticapitalista superior. Si no podemos lograr esto nos desvaneceremos dentro de la revolución de la ya globalizada y finalizada Revolución Francesa. Hasta ahora, erradicar para siempre de manera sistemática y fundamental la explotación capitalista en Venezuela todavía no es la principal tarea histórica.

En el último siglo, muchas revoluciones sociales han sido arrancadas de raíz, han fracasado debido a este error fatal.

La revolución socialista tiene muchas tareas inmediatas, pero el anti-capitalismo es su signo vital. Todavía no hemos atacado al mal interno desde sus propias raíces, no somos lo suficientemente radicales todavía.

Sin embargo, el tiempo y el espacio se están acabando en la Madre Tierra … ¿qué estamos esperando?

¿Qué lleguen las condiciones revolucionarias? Ellas no aparecerán por sí solas, por eso es que las revoluciones son pensadas, son hechas. ¡¿Estamos esperando por la Segunda Venida de la Inquisición o la Conquista del Norte?!

Una cosa es segura, también en Venezuela el renacimiento de una vivaz y valiente lucha de la clase trabajadora definitivamente acelerará la revolución mundial, calentará sus cinco motores para adquirir temperaturas emancipatorias de crucero.

Que una revolución está rugiendo en Venezuela, en América Latina, está claro como el cristal, de hecho, ya tuvimos todo un siglo de revoluciones por todas partes. El verdadero problema tiene que ver con la identificación científica: ¿estamos haciendo una Revolución Francesa tardía aquí o su Negación? Como ya se ha explicado en otras partes, Marx nombró la alternativa: la Emancipación Humana.

En el campo de la ilustración educacional para elaborar una exégesis emancipatoria, en Venezuela y América Latina, lógicamente debe lanzarse una gigantesca batalla contra el oscurantismo, la alienación, el idealismo, la ideología y el imperialismo cultural, debe organizarse como parte de un extenso programa político. Esta es una conditio sine qua non para la teoría y la praxis científica socialista.

¿Qué se quiere decir con ver a futuro y sobriamente la historia capitalista?

Quiere decir que tenemos que liberarnos de las cadenas supersticiosas y religiosas de la zumbeante corriente consumista. Por medio de once victorias electorales en fila, tratamos de dejar el remolino político de la eterna rectitud ideológica. Sin embargo, nuestros valientes esfuerzos no fueron lo suficientemente anticapitalistas, no fueron lo suficientemente radicales; no erradicamos los semilleros de la corrupción y la burocracia, la estricnina de la explotación, dominación y discriminación de nuestras mentes y corazones. En la titánica lucha de clases algunas de nuestras semillas revolucionarias cayeron a un lado del camino, en las rocas del consumismo; fueron devoradas inmediatamente por aves de rapiña, por los males de la acumulación, el robo y las ganancias.

Sin embargo, no importan todas las brutales, reaccionarias y reformistas acometidas por todas partes, muchos de nosotros estamos sobreviviendo como pioneros socialistas, científicos y filosóficos, como marxistas. Incluso el Presidente Chávez subraya la necesidad de estudiar el socialismo científico y aprender del marxismo. Armados de una nueva visión del mundo, en Cuba, México, Bolivia, Colombia, Ecuador, Argentina, Haití, Nepal y otras partes nos aventuramos más allá de la colina, la montaña, el mar, el horizonte, hacia lo otro, hacia otras realidades y posibilidades.

A fin de cuentas, nosotros en el Sur podemos retar los argumentos infestados ideológicamente según los cuales las leyes y ciencias del movimiento galáctico fueron creadas exclusivamente para la defensa de la "raza dominante", para el "pueblo escogido", para los magnates corporativos, para su propiedad privada de los medios de producción, la absurda acumulación de riqueza, los privilegios racistas y el poder fascista.

Al mismo tiempo, detestamos las actitudes derrotistas lógico-formales según las cuales el capitalismo es eterno, que nunca morirá, que el cambio social sólo puede venir desde adentro, y en consecuencia, que las condiciones subjetivas, objetivas y 'transjetivas' para realizar el socialismo nunca se darán, nunca madurarán.

Al encontrarnos con semejante ignorancia bendita, filosóficamente tan sólo debemos preguntar: ¿cómo puede el socialismo fracasar como posibilidad anticapitalista radical, como emancipación anticipada? Según el famoso filósofo idealista objetivista alemán Georg W. F. Hegel, un experto en dialéctica, sólo las realidades, como el capitalismo, que hace ya mucho tiempo existe, merecen perecer. Las posibilidades no existen, sólo están latentes y son tendenciales, por lo tanto no pueden fracasar, morir.

Quien sólo vive del pan posible en la vida real seguramente morirá de hambre.

El capitalismo mundial, incluyendo el capitalismo de Estado, ya tuvo su oportunidad, a lo largo de los siglos sólo trajo miseria, explotación, alienación y muerte por billones. El socialismo mundial, su opuesto dialéctico, no puede dar a luz lo mismo, ya que no sería su opuesto, no sería socialismo; nunca se le ha dado una oportunidad real de convertir su posibilidad en una realidad global. Esta es nuestra tarea inmediata.

Algunas preguntas vinculantes y relevantes:

¿Si el socialismo posible permanentemente es reprimido por el estalinismo, el sionismo, el Apartheid, es decir, por el fascismo global, entonces qué ha fracasado en realidad?
¿Acaso no es el capitalismo?
¿Qué se encuentra actualmente en una severa crisis que amenaza con iniciar una guerra mundial genocida?

¿En la Casa Blanca no es la democracia burguesa, en realidad, el fascismo, el que está en crisis?
¿Acaso no es el fascismo la verdadera mueca del capitalismo mundial en crisis?
La ideología capitalista nos enseña que el socialismo se practicó en la Rusia Soviética y en la China Maoísta. Los socialistas científicos y filosóficos saben que el socialismo en una isla, en un país, y en un bloque seguramente será asfixiado, a la larga morirá. El capitalismo es un modo de producción global, sólo puede ser aniquilado a escala mundial.

De todas formas, quien todavía sueña que el socialismo se practicó en la Unión Soviética, Europa Oriental o en la China "comunista" no tiene ni la más mínima idea de lo que es una caricatura, lo que es la negación dialéctica de la explotación, dominación y discriminación capitalista y lo que es un modo de producción capitalista mundial dominante. Lo reiteramos, en nombre de la claridad política, para evitar la confusión ideológica, el capitalismo es una plaga global, no puede erradicarse localmente en una isla, regionalmente en un solo país, continentalmente en un bloque: hace ya décadas Trotsky explicó todo esto en su teoría de la revolución mundial permanente.

Obviamente, luego de milenios de valientes intentos de cambiar el sistema mundial explotador desde adentro del proceso de trabajo, desde dentro de la historia de la clase dominante, nosotros en Venezuela en la hora decisiva tenemos que buscar una verdadera salida emancipatoria trascendental de este valle de lágrimas de trabajadores, fuera de este mortal cul de sac sistémico. Nosotros mismos debemos crear una salida, tenemos que tener éxito, sobrepasar, sobresalir; es un asunto que le concierne a la emancipación humana global, a la preservación de la vida planetaria en su totalidad o a un holocausto mental, el caos nuclear y a una lenta muerte galáctica infernal.

Si sabemos esto, la realidad social andará muy bien en Venezuela.

Ahora bien, junto al marxista Ernst Bloch aventurémonos más allá, no caminemos hacia la sombra de la muerte, aproximándonos al infierno o al cielo. A plena luz del día salgamos, hagamos un excitante éxodo "exvolucionario".

Hace poco tiempo, aquí en Venezuela, ¿quién sabía algo acerca de la existencia de Osetia? ¿De qué manera el futuro de Osetia, Georgia y Polonia afectan nuestra realidad terrenal?

Para variar, trascendiendo la lógica e ideología comunes, tratemos de capturar filosóficamente el significado global de la venidera Guerra Orwelliana entre "Eurasia y Oceanía", entre las gigantescas corporaciones imperialistas transnacionales.

Como lo predijo Marx, a nivel globalizado, el capitalismo mundial puede adaptarse a cada segundo, puede ganar un segundo aire de agonía de clase, pero nunca puede cortar su Talón de Aquiles, su contradicción dialéctica interna; el Trabajo contra el Capital. Puede producir neoliberalismo, reformismo, alianzas de clase, consenso de clases, reconciliación de clases, diálogos de clase, comisiones de la verdad y pactos entre caballeros, pero no puede eliminar la lucha de clase, la guerra de clases, sin destruirse también a sí mismo. Para erradicar su existencia interna, debe aniquilarse a sí mismo, y en este caso estaríamos hablando de algo diferente.

Nuestra trinidad humana: nuestra limitación objetiva, nuestra posibilidad subjetiva, nuestra anticipación 'transjetiva.'

En Venezuela, como en todas partes, millones de nosotros estamos confinados al dominio inmediato de la diosa Gaia. La explotada y violada Madre Tierra marca los límites objetivos concretos diarios de nuestra esencia cósmica, de nuestro ser humano, de nuestras acciones, trabajo y 'placer'. Seguramente la belicosa tecnología capitalista de vez en cuando nos permite a un puñado de nosotros escapar científicamente a geo por un rato; físicamente, como astronautas de la NASA podemos penetrar las barreras externas lógico-formales, espacio-temporales de nuestro hábitat natural; teóricamente incluso podemos investigar en las capas superiores de nuestra azulada existencia solar. Algunas veces los "Extraterrestres del Pentágono", los miembros de la intelligentsia técnica altamente especializada, sí tienen la peligrosa tarea de saltar en la Luna o de morir la próxima vez en una nave espacial que secretamente se dirija hacia Marte.

En la oscuridad de semejantes momentos fugaces, al entrar el milenio, aquí en Mérida, Venezuela, en la Universidad de Los Andes, como científicos naturales de repente saltamos de nuestra normal, aburrida y universal ruedita para hamsters y descubrimos lo nuevo: un pequeño planeta rotando en la oscura periferia de nuestro sistema solar, más allá de Plutón, llamado Jayú.

Al mismo tiempo, en abril de 2002, por medio de la praxis clasista popular única, en 47 horas salvamos a nuestro Presidente secuestrado, Hugo Chávez Frías, de las garras de los golpistas sedientos de sangre y lo regresamos a salvo a Miraflores. Unos pocos meses después, en tiempo record, rescatamos al país de un severo plan petrolero y un sabotaje económico a nivel nacional, lanzados por irracionales conspiradores opositores y sus respectivos patronos yanquis corporativos imperialistas en Miami, Washington D.C. y Europa.

Por lo tanto, teóricamente, en Venezuela, en América Latina, y en todas partes en el Sur, ya hemos atorado nuestras narices a través de los barrotes metropolitanos de la universalidad explotadora. Desde hace más de una década ya estamos respirando fresco aire transvolucionario, libre oxígeno creativo exvolucionario. Las miopes y ruines elites globales pueden volar toda su patria en pedazos, destruir toda la propiedad privada de los medios de producción, reducir todas las mercancías a cenizas radiactivas, pero no pueden detener a lo auténticamente nuevo, la llegada de la primavera humana, la trinidad creativa, es decir, la esencia, existencia y trascendencia humana emancipatoria.

Como ya lo declaró Ernst Bloch: ellos no pueden detener el experimento humano, el experimento mundo, experimentum mundi. A pesar de todos los peligros de la globalización, el imperialismo no puede detener el inexorable, sublime y majestuoso trueno del amanecer galáctico carmesí de la natura naturata y la natura naturans, de la naturaleza creativa y la naturaleza creada.

Tenemos que liberarnos de las telarañas religiosas, de la maldición divina que va del génesis al apocalipsis, y aventurarnos científica y filosóficamente mucho más allá.

En el espíritu de nuestra época, en su Zeitgeist, como lo apuntamos anteriormente, estamos sobrepasando los barrotes físicos de las trampas, cuevas y engaños de la clase dominante. Vemos que estamos vegetando en un sistema cerrado, en una ratonera cerrada. Dentro de la revolución bolivariana estamos comenzando a pensar seriamente, a teorizar con trascendencia científica; filosóficamente estamos dejando la perspectiva mundial heliocentrista. Tenemos que crear una nueva lógica, un nuevo modo de actuar y pensar, una nueva ciencia y una nueva filosofía; tenemos que renovarnos de nuevo.

El militarismo capitalista ya está en busca de nuevas formas de vida en todas partes; vida que será violada y destruida despiadadamente por los magnates de las clases dominantes una vez más. Necesitamos saltar sobre la Luna con el fin de saber lo que ocurre en los dominios de la diosa Selena. El antiguo filósofo hilozoísta Anaxágoras ya sabía que Luna era una gran 'roca'; por esta blasfemia (asebeia) contra las verdades absolutas y absolutistas controladas por la clase dominante y sancionadas como sagradas, fue declarado persona non grata y fue condenado al ostracismo de Atenas. Aquí ya vemos el peligro de la verdadera ciencia y filosofía para la clase dirigente.

Mientras nosotros, como abejas consumistas sigamos zumbando en nuestros celulares, nademos con la corriente, devorando la propaganda, mitos, engaños y mentiras predominantes, nunca sabremos que estamos languideciendo en un orden mundial capitalista cerrado, que estamos trancados física y mentalmente.

Desde la Primera Conquista, el 'descubrimiento', la cristianización y la ocupación militar, la absoluta mayoría de nosotros en Asia, África, América y Oceanía estamos viviendo en una "democrática" cárcel de sueños, en un sistema mundial "pacíficamente" fortificado, en un cementerio globalizado totalmente lleno con toneladas y toneladas de mortales armas de destrucción masiva que pueden destruir al propio planeta.

De hecho, como ya lo explicaron Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista (1848) la llamada globalización es la realización de la Revolución Francesa. En este sentido, es la agonía dialéctica, el apogeo intrasistémico de la acumulación del capital, de la monopolización, de las fusiones, del propio capitalismo. También en Venezuela estamos en la encrucijada de la producción y destrucción capitalista, en el Rubicón: también para la revolución bolivariana es el socialismo científico, filosófico o la barbarie reformista 'neoliberal'. Pero también podría ser: ni socialismo ni barbarie: es decir, emancipación creativa y creadora.

En cualquier caso, no deberíamos hundirnos con el Titanic capitalista, por medio de una exvolución, debemos abandonar este capitalista barco de Estado.

Como se declaró anteriormente, muy anticipadamente, el propio Marx llamó a esto: 'emancipación humana'. La actual "herramienta parlante" (Aristóteles) globalizada es una mercancía capitalista que está siendo comprada y vendida al peor postor, prácticamente gratis en el mercado internacional del trabajo. A pesar de la inmensa riqueza, derivada de los altos precios petroleros, en el terrenal valle de lágrimas, la miseria que el trabajador recibe de su salario apenas cubre la diaria reproducción de su obsoleta fuerza de trabajo físico.

En el mercado mundial la intelligentsia, los 'trabajadores intelectuales', usando máquinas y computadoras están sacando de la existencia a millones de trabajadores físicos. Los trabajadores intelectuales producen casi el 80 por ciento de los principales bienes, intercambiados principalmente entre los estados metropolitanos; el 50 por ciento de estos productos son mercancías bélicas, todo tipo de armas de destrucción masiva.

Como lo predijo Marx en 'El Capital', en las últimas décadas, la progresión geométrica del empobrecimiento a escala global, incluso ahora está devorando a la clase media en los EE.UU. y Europa. Además, la composición orgánica del capital se ha elevado dramáticamente. Inexorablemente las fuerzas de trabajo físicas vivientes están siendo reemplazadas por máquinas, computadoras y chips, esto quiere decir que nuestros valores de uso y de cambio en el Sur se han depreciado a pasos agigantados; millones de nosotros estamos siendo arrojados a las calles para morir como resultado de la hambruna, la pobreza, la miseria y las plagas.

Esto quiere decir que también aquí en Venezuela sobrevivimos y vegetamos en un orden mundial "libre" fuertemente vigilado, en realidad, en un infierno laboral cerrado, en el proceso capitalista de la producción humana, en la destrucción imperialista, de hecho, en la historia corporativa unilateral, universal.

Lo que no podemos lograr objetivamente como billones de seres físicos individuales lo podemos alcanzar como seres y existencias sociales subjetivas. Ernst Bloch lo dijo de la siguiente manera: Pensar es aventurarse más allá. Como actores y pensadores, objetivamente y subjetivamente, como seres y existencias humanas, como proletariado con conciencia de clase, nosotros, los trabajadores venezolanos, nosotros, los 'condenados de la Tierra' podemos salir de nuestro.

Por esto es que la revolución bolivariana nació hace más de una década, por esto hemos lanzado el socialismo bolivariano. Es un levantamiento social masivo revolucionario contra la barbarie globalizada ya existente. Ahora, aquellos de nosotros que nos encontramos en la vanguardia de la revolución social y socialista, inmediatamente sentimos cuando nos estamos saliendo del camino. En la época de la globalización, en semejantes tiempos difíciles y peligrosos, en la feroz lucha de clases, de manera muy fácil podemos caer en las cuevas, enredarnos en los feroces tentáculos del imperialismo corporativo.

La revolución bolivariana, la lucha por establecer el socialismo a escala mundial, es una tarea gigantesca.

Necesita revolucionarios críticos en la práctica.

Existe una visión del mundo, a saber, el socialismo científico, socialista, sapiente, el marxismo, que no le teme a la autocrítica, a la verdad ... es la única filosofía viviente dentro del fascismo global y que todavía puede guiarnos hacia la verdadera emancipación humana.

Franz J.T. Lee
blackdiamond@franzlee.org

Traducido por Jesús Nery Barrios



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