Inversionistas venidos de Austria estuvieron de visita en Monagas para revisar las posibilidades reales de instalación de una planta procesadora de aserrín, que logrará la transformación de este desperdicio en pellets, una aplicación evolucionada de la biomasa, que permite la obtención de energía limpia y como consecuencia menos contaminación del ambiente. Placido De Salvo, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Industriales del Pino (ANIP), expresó que por segunda vez los inversionistas van a Chaguaramas para comprobar la factibilidad del proyecto, que será levantado con capital venezolano y austriaco. El representante explicó que se necesitarán unos 30 millones de dólares para construir la fábrica, la cual contará con tecnología de punta que contribuya con su función de preservar los recursos naturales.
Los especialistas europeos dijeron que están complacidos con la posibilidad de cooperar con Venezuela.
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